El Freestyle Snowboarding se centra en hacer todo tipo de piruetas en diferentes estilos de pistas, el Freestyle Snowboarding se divide a su vez en cinco disciplinas.
Halfpipe: Se practica dentro de un medio tubo de nieve de paredes altas y verticales en una pendiente de desnivel medio, similares a la del Skateboard y en la que los snowboarders deben realizar todas las acrobacias posibles saltando más allá de los bordes. Es una disciplina muy difícil y en la que se suelen utilizar tablas y fijaciones muy duras y reactivas que permitan un control total. Esta modalidad es olímpica.
Slopestyle: El slopestyle se practica en una pista donde hay dispuestos diversos obstáculos, como saltos, barandillas y cajones sobre los que el snowboarder trata de hacer en una bajada todas las acrobacias posibles.
Big-Air o Big Jump: Esta modalidad consiste en un solo salto gigante, de varios metros de altura y aproximadamente 20 metros de plano antes de la recepción, en el que los snowboarders deben hacer sus mejores acrobacias en un único salto.
Jibbing: Consiste en deslizarse sobre barandillas y cajones.
Quarterpipe: El snowboarder se desliza a toda velocidad contra un cuarto de tubo saltando lo más alto posible tratando de realizar la mejor acrobacia durante su vuelo.
Las otras disciplinas del Snowboard son el Freeride, que está enfocada al descenso por lugares extremos, fuera de las pistas. Boardercross, una carrera en una pista complementada con bañeras, baches y saltos varios para hacer el recorrido más difícil y técnico, esta modalidad es olímpica. Y, por último, el Backcountry que es una fusión del Freestyle y el Freeride.
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